Entre las variedades autóctonas ganaderas más carismáticas de la isla de Mallorca cabe destacar la ovella roja mallorquina. Fruto
del cruce de razas europeas con africanas podemos disfrutar de un
reducido censo de ejemplares en la isla, gestionado y controlado por la Asociación de Ganaderos de la Ovella roja. Aunque no es una raza especializada en la producción cárnica, el principal retorno económico que produce hoy en día procede de la venta de crías para consumo. Por el contrario, tradicionalmente su mayor potencial siempre estuvo ligado a la producción de leche. A pesar de vivir y estar adaptado a terrenos de climatología más bien seca, es capaz de aguantar épocas de sequía y alimentarse con pastos típicos de este tipo de clima, produciendo leche en cantidades óptimas.
Respecto a la ganadería porcina, tiene gran importancia el cerdo negro mallorquín debido a que es uno de los animales domésticos que se establecieron primero en nuestras Islas, y, según diferentes autores, es una de las agrupaciones más primitivas, que se ha mantenido en explotación productiva hasta el día de hoy, debido a la especial incidencia que ha tenido en la economía familiar de la población rural durante muchos siglos.
La Associació de Ramaders de Porc Negre Mallorquí Selecte, agrupa a los ganaderos que mantienen esta raza, y desarrolla un plan de conservación de la raza que incluye acciones de demostración en ferias y mercados, formación de los ganaderos y promoción de los productos de la raza.
En la actualidad la conservación de esta raza se basa en su utilización en la elaboración de productos de alta calidad. La sobrada de Mallorca de Cerdo Negro, reconocida con la marca europea Indicación Geográfica Protegida (IGP), es el producto paradigmático de esta raza. Sin embargo la lechona al horno o confitada, la carne fresca o la manteca presentan parámetros de calidad superiores. Por esta razón están presentes cada vez más en el mercado tanto insular como internacional. Así la exportación de carne fresca al mercado más exigente del mundo - el japonés - se ha iniciado en 2012 y en seis meses, el volumen de exportación al país nipón supera los 2.000 Kg.